sábado, 17 de mayo de 2008
JORNADAS EN DEFENSA DEL PETRÓLEO
La mesa III. Petróleo, soberanía nacional y democracia
Martes 20 de mayo, AUDITORIO SANDOVAL VALLARTA, de 16:00 a 20:00.
· Ing. Antonio Gershenson.
· Dr. Alberto Arroyo Picard.
· Dra. Luz María Uhthoff López.
· Dr. Enrique Dussel Ambrosini.
Moderador: Ing. José Uriel Aréchiga Viramontes
viernes, 16 de mayo de 2008
RADIO POR INTERNET
la dirección es:
No olvides que lo importante es la consolidación de las brigadas para la resistencia civil pacífica, que se llevará a cabo inmediatamente después del debate, en cuanto quieran, de nuevo, aprobar la ley energética.
INVITACIÓN
FORO EN DEFENSA DEL PETRÓLEO
a realizarse el próximo miércoles 28 de mayo del 2008, de las 12:00 a las 14:00 horas en el Auditorio de la Preparatoria "Josefa Ortíz de Domínguez" (Cuajimalpa) ubicada en la Carretera Federal México-Toluca km 19.8 Col. El Molinito. C.P. 05310, Del. Cuajimalpa
Esperamos que nos puedan confirmar su participación a la brevedad posible, así como enviarnos el título de sus ponencias, para considerarlas en el programa y elaborar los reconocimientos respectivos. De antemano les agradecemos su atención y esperamos poder contar con su participación en dicho evento."Por Educación y Trabajo Dignos"Raúl Pérez Ríos Secretario General del SUTIEMS y Profesor de Biología del Plantel de CuajimalpaTel. Cel.: 044 55 13 82 93 52
Sindicato de la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal (SUTIEMS)"POR EDUCACION Y TRABAJO DIGNOS"http://sutiems.blogspot.com/http://informativosutiems.blogspot.com/sutiems@gmail.comTel. 044 55 13 82 93 52
lunes, 12 de mayo de 2008
MESA II. La defensa del petróleo: Ciudadanos y trabajadores
Dr. Max Ortega Aguirre
Dip. Ramon Félix Pacheco Llanes
Dip. José Antonio Almazán
Mtro. Luis Kato Maldonado
Moderadora: Profa. Nina Torres Baños
MIERCOLES 14 DE MAYO, SALA CUICACALLI, DE 16:30 A 20:00
ENTRADA LIBRE Y GRATUITA
Miguel Ángel López Santoyo
Alumno de la licenciatura en Ciencia Política de la UAM Iztapalapa
En México se ha dado la transición a la democracia de acuerdo a las definiciones mas utilizadas por los politólogos (Aristóteles no era propiamente politólogo pero en su pensamiento ya se describía a la democracia, Sartori, Dahl, Bobbio), es decir la posibilidad real de que mas de un grupo político alterne en el poder periódicamente; sufragio universal efectivo para la designación de cargos políticos; la existencia de contrapesos al ejecutivo etc. Repito esto como características formales de un modelo de gobierno democrático.
Pero es sabido por todos que la verdadera base de un Estado que se haga llamar democrático (o con aspiraciones a serlo), es la legitimidad que éste tenga con respecto de sus gobernados como resultado de ese pacto de los soberanos con sus gobiernos, Pero cuando esas condiciones se encuentran debilitadas y puestas en duda, la oposición o cuando menos desconfianza en las decisiones gubernamentales, se hace notar, no solo por los mismos contrapesos del poder, sino por la sociedad civil que se siente cada vez menos representada por las personas que ostentan los cargos públicos, y lo que es peor aún, la desconfianza y el rechazo a instituciones fundamentales para la vida de un Estado, en específico me refiero a la institución presidencial, y al congreso de la Unión.
El primero llega al poder con una terrible ilegitimidad (aunque se pueda decir que es totalmente legal), no sólo por el número de votos con respecto al universo de votantes posibles, sino también al porcentaje con que obtuvo la presidencia (36.38% PAN, 35.34% PRD IFE ); el segundo no cumple su función representativa, sólo se acercan a sus distritos en periodos electorales, más bien responden a intereses de partido (lógica democrática de los cauces institucionales)entonces que nos podemos esperar de una iniciativa de modificación del régimen de PEMEX (cabe aclarar el término privatización que tanto se empeñan en negar: La privatización es un proceso mediante el cual las actividades, empresariales o no, son transferidas del sector público al sector privado, es decir, entregadas o tomadas del Estado para la sociedad a través de las fuerzas del mercado y la libre competencia) y modificada por el Congreso, por que eso es lo que se va a negociar únicamente, no se aprende de las experiencias pasadas TELMEX, CAPUFE, entre otras, o tal vez por que precisamente por que vieron en ellas un gran negocio, y una fuente potencial de financiación de gobiernos.
Sea por lo que sea, la mayoría de los mexicanos estamos bajo la subordinación de las reglas de la democracia (si es que se le puede llamar así) es decir unos cuantos aprobarán la reforma en los términos que ellos mismos dispongan, y sólo encontrará resistencia en la sociedad civil que no se encuentra representada en el congreso y apelando a la democracia es libre de manifestarse y de expresarse como un mecanismo de contrapeso a las mismas insinuaciones de imposiciones ilegitimizadas.
¿Es positiva la privatización de PEMEX?
DESARROLLAN
*Fabio Barbosa, Maestro en Historia por la UNAM y miembro del Instituto de Investigaciones Económicas.
*Pedro A. Martínez, Maestro en Energía por la UNAM.
*David Bahen, Doctor en Astrofísica y miembro del Frente de Trabajadores de la Energía.
Miércoles 14 de Mayo de 2008, 17:30 hrs.Auditorio Sotero Prieto de la Facultad de Ingeniería. Anexo de la Facultad de Ingeniería, ubicado en la Zona Sur de la Facultad (a un costado de la Biblioteca “Enrique Rivero Borrell”).
¡Porque los energéticos y su industria se defienden fuera del parlamento espurio!¡No a la simulación parlamentaria que los entregará a las empresas trasnacionales!
Grupo de Acción Revolucionaria
Asamblea Universitaria-UNAM
Comité de Ingenieros en Defensa de los Energéticos
Frente de Trabajadores de la Energía
domingo, 11 de mayo de 2008
Egresada de la Licenciatura en Ciencia Política de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa
Se han acabado los tiempos del autoritarismo y la censura a las ideas, los tiempos en los que una sola persona decidía el futuro inmediato. También se ha acabado la época del nacionalismo revolucionario vehemente basado en la idea de propiedad estatal como único sostén y desarrollo por medio de sustitución de importaciones.
A lo largo de toda la historia del México independiente el tema del manejo de recursos procedentes de materias primas ha sido causa de un debate que aún no termina. Si bien las guerras internas y en contra de una intromisión extranjera forjaron las bases del nacionalismo mexicano. Este se condensó con la Revolución Mexicana y se cristalizó con el nacionalismo revolucionario de los años del llamado desarrollo estabilizador.
El punto culminante de nuestro nacionalismo revolucionario – emanado de la lucha revolucionaria y desarrollado en el Partido Revolucionario Institucional – fue aquél decreto del 18 de marzo de 1938 del Presidente Lázaro Cárdenas, en el que se expropió la industria petrolera y creó el antecedente de la actual empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
En los últimos 70 años la empresa estatal ha sido el motor fundamental de la economía mexicana alrededor de 35% de los ingresos fiscales del gobierno federal provienen de esa actividad económica. Desde 1938 y hasta 1979 la producción de petróleo crudo permitía abastecer el mercado interno tener una participación marginal en los mercados internaciones. Es a partir de 1979 y hasta 2004 que la producción de crudo de Pemex pasó de 1.5 a 3.4 millones de barriles diarios, alcanzando su máximo en 2004, convirtiéndose así en uno de los principales exportadores de petroleros del mundo.
Paradójicamente cuando la producción petrolera alcanzó su máximo histórico inmediatamente comenzó su descenso. Si bien esto ya se tenía previsto unos cuantos años atrás, el tema ha sido y seguirá siendo un tema que roza la sensibilidad nacionalista mexicana.
Reconociendo que la propiedad estatal de los recursos energéticos fue una conquista histórica sin precedentes, también es cierto y sobretodo honesto afirmar que los tiempos son otros. Sirvió para reafirmar el concepto de Soberanía Nacional y forjar la idea del México posrevolucionario desarrolló de acuerdo con sus necesidades y con sus recursos.
Hoy ya no estamos en la época del colonialismo europeo, ni en la de las intervenciones extranjeras unilaterales que acechan la riqueza y territorio mexicanos, ni siquiera estamos ya en la época de la diplomacia del dólar. Estamos en una época sin precedentes de integración de bloques, principalmente regionales, que poco a poco están modificando el otrora mundo bipolar del que emanó la superpotencia.
La realidad es algo que no puede ocultarse. Se están agotando los hidrocarburos de la región cercana a las costas y en algún momento será necesario explorar las aguas profundas si queremos seguir dependiendo económicamente de la industria petrolera.
Existe un consenso casi general acerca de que es necesario modernizar la paraestatal emanada del proceso revolucionario. El dilema radica en el como y cuando. Las propuestas formales y basadas en un diagnóstico - sin atreverme a decir objetivo – son sólo una: una nueva Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos que le permita paulatinamente autonomía financiera, la inserción de cuadros profesionales especializados en el manejo de la petroquímica, la cooperación temporal de empresas privada en las tareas de perforación y explotación en aguas profundas con tecnología de punta y la posibilidad de que – paulatinamente – la empresa para estatal pueda, por medio de sus propios recursos, financiar su propio desarrollo.
Nadie objeta que esta no es la reforma que México necesita para garantizar su seguridad energética, pues no contempla una visión de Estado ni tampoco específica. Es la reforma que se cree podría ser aprobada en breve – después de los 70 días de debate – para darle un respiro a la empresa.
En lo que se refiere a la explotación de aguas profundas, la cuestión es un poco más complicada. Se comparten yacimientos de hidrocarburos con los países limítrofes en el Golfo de México: Cuba y Estados Unidos. Entonces la cuestión ya no se vuelve solamente de recursos mexicanos, sino también el derecho de otros Estados a explotar la parte correspondiente del yacimiento. Dichas tareas han empezado con éxito en los países supra citados.
El tema en México ha estado inmerso en retorica. La ecuación para nosotros es sobre la base de que si se vende o no el petróleo. Si es un maquinación de la derecha para vender a los mexicanos y por lo tanto su antagónico –la izquierda a la mexicana – salvará y defenderá el petróleo.
Pero es necesario darnos cuenta que el tema es mucho más de estructura que de forma. El asunto es que es lo que pasa con México y que a va a pasar en el corto y largo plazo. Siendo sinceros México no tiene tecnología suficiente que pueda, por hoy, explotar sus propios recursos y ser autosuficiente energéticamente.
Si bien esta incapacidad esta fundada en erróneas decisiones políticas y escándalos de corrupción, también es cierto que no podemos sólo argumentar que esas son las únicas causas. El desinterés de los jóvenes mexicanos en elegir una profesión de esta índole ha generado la escasez de cuadros capaces de encontrar nuevas alternativas de explotación, no ha generado cadenas productivas en esta industria.
El tiempo que queda para decidir es poco y la información es aún más escaza pues un gran porcentaje de la población ignora el por qué esta pasando lo que esta pasando, haciendo menos fecundo el debate y generando que las posiciones de los actores involucrados sean más polarizadas.
No podemos cerrar los ojos a nuestro pasado ni a nuestra historia pero tampoco no podemos permitirnos, no pensar en el futuro. Si bien, últimamente han aparecido muchas opiniones e incluso propuestas, hay que tener presentes que la cuestión de Pemex, no sólo es una cuestión de que si se vende o no se vende el petróleo, es una cuestión de seguridad energética, una cuestión de ¿Qué país queremos ser? Nos hemos tardado casi 200 años en ese debate y que aunque México sea un país joven, considero que ya no puede darse el lujo de seguir vacilando en sus decisiones y postergando el diálogo con todas las partes que conforman nuestra sociedad.